Año 2010. Llegaba del colegio, comía alguna cosa rica que preparaba mi vieja y me quedaba jugando al Minecraft hasta que se haga la hora de Educación Física. ¡Qué recuerdos! ¡La cantidad de horas que habré invertido en ese juego! Cazar monstruos, explorar cuevas en busca de minerales, hacer amigos nuevos, construir casitas en la punta de una montaña (las vistas de las ventanas son fundamentales), etc. Me pone muy contento que hoy existan versiones educativas de este clásico que nunca murió y siempre supo reinventarse. Es un gran tema de conversación entre mis alumnos y yo.
La “Hora del Código” de Minecraft Education consiste en cuatro lecciones de programación (cada una independiente de la otra) en donde - a través de la metodología BBC (block-based coding) - deberemos ir resolviendo diferentes niveles y desafíos de dificultad gradual, relacionados con el universo de Minecraft. Así, una vez lleguemos al final, la aplicación web nos premiará con un diploma que podremos descargar (cuatro lecciones, cuatro diplomas). ¿Lo mejor de todo? No precisamos descargar ninguna aplicación, ni registrarnos en ningún lado. Todo puede hacerse desde el navegador en la bellísima plataforma de “Code” (que, por cierto, tiene muchísimas actividades interesantes).
Así como se ve, todo es muy sencillo de utilizar y está acompañado de videotutoriales, consignas y pistas. Los peques practicarán instrucciones simples (primitivas), eventos, condicionales (sentencias “if-else”), bucles (“for” y “while”) y funciones. Todo esto durante el tiempo que quieran, en el idioma que quieran y las veces que quieran. No hay ningún tipo de restricción.
Ahora bien, desde la experiencia, yo les recomiendo dejar como última lección la de “Minecraft Designer” (Diseñador de Minecraft). Fue la aventura que más se les complicó a mis alumnos dado que requiere un análisis mucho más complejo de los niveles y sus personajes. Es una lección muy focalizada en eventos y funciones; y que, a veces, puede ser “pesada” dado el tamaño de sus códigos base.
Propuesta de orden:
Con estas cuatro lecciones, si es que ven a sus cursos una vez por semana, ya tienen un mes de planificación cuasi-resuelto. A su vez, podrían - como actividad de cierre - diseñar un mapa de Minecraft en el salón de clases y hacerlos jugar a los chicos por parejas en donde uno tenga que ser el programador y otro el “personaje” que tiene que ir ejecutando las instrucciones. Podrían ser niveles amplios con más de un objetivo (para que no todos los grupos tengan que llegar al mismo lugar) o con un objetivo en común (ej. llegar hasta un cofre) que va rotando de posición dentro del mismo nivel (para, de nuevo, evitar la repetición de códigos entre grupos).
¡Yo compré 2 espadas de Minecraft y algún que otro adornito! A los peques les copa cuando trasladamos el entorno virtual al mundo físico. ¡Logramos que se sientan dentro del juego mismo! De paso, yo alimenté un viejo capricho mio adolescente. Fue negocio en todo sentido 😉.
¡Éxitos con "Minecraft Education", profes! Después me cuentan cómo les fue.
Abrazo gigante.
~ Marcos.