top of page

El teorema del mono infinito | VEX Code

Actualizado: 11 dic 2024

¿Viste esas actividades fantásticas que surgen por mera casualidad? Bueno. Ayer estaba intentando planificar una actividad para mis peques de cuarto grado de primaria y, pese a la cantidad excesiva de combustible (mate), no lograba “dar en el clavo”. Me estaba quedando sin ideas y el estrés acumulado quería llevarme hacia lo “fácil y seguro”, incluso eso significando repetir algún contenido de años pasados o simplificando algún material de años futuros (5to y/o 6to de primaria). “Sin crisis, no hay desafíos. Sin desafíos, la vida es una rutina; una lenta agonía. Sin crisis, no hay méritos” decía Albert Einstein. Finalmente, el camino se iluminó. “¿Y si pruebo esa herramienta?”


(Créditos: Techedmagazine)

En un intercambio de saberes con una profe de la universidad, recuerdo que esta docente me mostró una aplicación conocida como “Vex Code”. Un robotito con ruedas al que vos, a través de la programación en bloques, lo podías manejar dentro de diferentes zonas de juego (laberintos, lienzos, mundos 3D, cuadrículas, etc.). Una herramienta interesante que anoté, pero que - a raíz de la correría del día a día y una planificación bastante resuelta en la escuela - quedó en el cajón. Sin embargo, Dios prepara a sus soldados para los momentos justos.


Recargué el termo, cambié la yerba y me puse a jugar con Vex Code. Elegí el mapa de un laberinto, hice algunas pruebitas y pensé: ¿Y si hacemos con los peques un código para que el robot resuelva el laberinto por sí solo? Automaticemos todo y que el bichito resuelva lo que tiene que hacer - avanzar, derecha, izquierda, etc. - en función del contexto. Ahí me acordé del “Algoritmo de Tremaux” (mecanismo para la resolución de laberintos) y del “Teorema del mono infinito”. Dos hermosos temas mencionados - directa o indirectamente - en la famosa serie de la familia amarilla. Ya saben por cuál de los dos me decanté. 



El “Teorema del mono infinito”, en pocas palabras, afirma que si dejamos un mono pulsando teclas al azar sobre una máquina de escribir durante un periodo de tiempo infinito, éste podrá escribir finalmente cualquier texto conocido (ej. El “Quijote” de Cervantes). De la misma forma, un robot en “VexCode” moviéndose en direcciones completamente aleatorias durante un periodo de tiempo infinito; podría llegar hasta la salida de un laberinto sin ningún problema. Llegará un punto - diez minutos, un día, dos años, una década -  en donde la combinación aleatoria de direcciones dé como resultado la salida del laberinto. Un proceso que consigue lo mismo que el “Algoritmo de Tremaux” (encontrar la salida del laberinto) sólo que de una forma mucho más rústica y demorada. Pura fuerza bruta, señores.



Códigos del proyecto:


Con muy poca cosa, podemos realizar un experimento increíble. Lo único que nuestro robotito hace - además de bajar un lápiz para ir marcando el camino que realiza - es avanzar 250 milímetros (25 centímetros) dentro del mapa y luego decidir aleatoriamente en qué dirección dará su próximo “paso” (1 - izquierda, 2 - derecha). Un proyecto que, desde mi punto de vista, puede perfectamente implementarse a partir de segundo ciclo de primaria. Además, si tienen suerte, podría ser que alguna de las compus de los chicos consiga demostrar el teorema antes de que se acabe la hora de clase. Acá en casa una de las simulaciones tardó menos de 10 minutos. Rapidísimo.


Finalmente, si todavía quieren hacerlo más épico; lleguen a la clase con una bata, una peluca, una máquina de escribir y un monito de peluche. Parecen pavadas, pero a los peques los súper engancha. Nosotros somos los primeros que tenemos que contagiar el amor por la materia y sus contenidos.




Éxitos a todos. Después me cuentan cómo les fue.


¡Saludos!


~ Marcos.

bottom of page